La reciente adquisición de Twitter por parte de Elon Musk tiene a Internet dividido. Por un lado, algunos usuarios están entusiasmados con la idea de que su particular estilo de liderazgo pueda hacer realidad el enorme potencial de la plataforma de microblogging.

Pero para otros, la adquisición sienta un precedente alarmante sobre el futuro de Internet en general. Piénsalo; entregar a una persona las llaves de uno de los portales de información más utilizados en Internet. ¿Qué podría salir mal? Hemos visto atisbos del caos que se avecina.

¿Cómo podemos evitar situaciones como ésta? Descentralizando la propiedad de las futuras plataformas de redes sociales en Internet. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero varias plataformas de redes sociales de la Web3 quieren hacer realidad esta idea.

¿Será la Web3 el futuro de las redes sociales?

Redes sociales descentralizadas

En la Web2, con la que interactuamos a diario ahora, el usuario está sometido a las normas de la comunidad de la plataforma en la que publica. En teoría esto no debería ser un problema, pero por desgracia la realidad no es tan sencilla.

Por ejemplo, a pesar de los esfuerzos de Facebook, la moderación de la plataforma ha demostrado ser una tarea gigantesca, tanto como encontrar buenos precios de duplicados de llaves.

Dado que la plataforma alberga a miles de millones de usuarios, algunas actividades inevitablemente terminarán colándose por las grietas y acaban organizándose, con resultados socialmente desastrosos.

En otros casos, algunas iniciativas perfectamente válidas quedan atrapadas en los algoritmos de censura de Facebook, y los usuarios afectados se sienten repentinamente despojados de su derecho a la libertad de expresión.

Entonces, ¿cómo pueden estas redes sociales servir a la humanidad de una manera que añada valor? Una respuesta es que las futuras plataformas de redes sociales fueran de código abierto, descentralizadas en su propiedad y democráticas en la toma de decisiones.

Una transición que ya ha comenzado

Con los gigantes de la Web2, como Instagram y Facebook, todavía en las primeras fases de sus inevitables transiciones a la Web3, echemos un vistazo a dos plataformas sociales nativas de la Web3 que esperan mostrarnos el camino del futuro.

Mirror

Anunciada como una verdadera alternativa Web3 a sitios como Medium y Substack, Mirror se enorgullece de su descentralización gracias a la forma en que reparte su propiedad entre su base de usuarios.

Todo lo que publiques en el sitio es indiscutiblemente tuyo. Además, eres libre de acuñar cualquier cosa que publiques en tu sitio como NFT y establecer cuotas de suscripción con cripto. ¿Y lo mejor? Todo está diseñado para ser fácil de usar.

Los usuarios pueden leer y escribir libremente en la plataforma conectando su cartera de criptomonedas. Tanto si se trata de un detallado whitepaper como de un elaborado shitpost, Mirror es una gran opción.

Minds

Esencialmente una versión descentralizada de Facebook, los usuarios de MINDS pueden disfrutar de una experiencia social completa sin ninguno de los horrores existenciales que acechan a las plataformas sociales de Web2.

Como tal, MINDS se construye en torno a un conjunto de características que ejemplifican sus ideales de libertad en Internet. En el libro blanco de MINDS, sus fundadores describen cómo la plataforma espera abordar los mayores problemas actuales de las redes sociales.

En concreto, las llamadas «prácticas de Gran Hermano» de los medios sociales tradicionales, como la «vigilancia, la manipulación de algoritmos y la censura».

Mientras tanto…

Si bien comprometerse con los ideales de la Web3 es fácil, el salto no lo es. La mayoría de las personas se unen a una plataforma de redes sociales porque sus amigos están allí, no porque sea necesariamente un reflejo de sus ideas y principios. Pero eso podría no ser cierto para siempre.

Irónicamente, el principio central de Web3 (devolver la propiedad de Internet a sus miles de millones de usuarios) podría dar lugar a un resurgimiento de los tipos de experiencias de Internet que disfrutaban los usuarios a finales de los 90 y principios de los 2000.

La visión de Web3 sobre las redes sociales espera recuperar esa hermosa fragmentación de antaño e invita a los usuarios a unirse y formar comunidades basadas en algo más profundo que el fandom: sus ideales y principios.

Por admin

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